Habla la persona que vendió el alcohol a la marca El Chorrito, señalada por ocasionar 45 muertes por intoxicación en Jalisco
Ciudad de México.- El alcohol que intoxicó a 109 personas de comunidades del sur de Jalisco, de las cuales han muerto 45, fue comprado en abril y distribuido por intermediarios sin que se le realizarán pruebas para corroborar que era de uso industrial.
Rogelio Garza Jiménez, vendedor del alcohol que terminó en las botellas de la marca “El Chorrito”, en Tamazula, explicó en entrevista con REFORMA que tiene tres años comercializando el producto, utilizado principalmente para solventes.
El empresario, con residencia en la Ciudad de México, narró que en abril pasado vendió, a través de un intermediario de nombre Fabricio Rizo, 10 mil litros de este tipo de alcohol a un hombre de Jalisco, identificado como José Arturo Renoult Montes, quien a su vez destinó el producto a “El Chorrito”.
El certificado técnico, afirmó, especificaba que este alcohol era sólo para uso industrial.
El producto, distribuido por una empresa con domicilio en Veracruz, fue entregado el 21 de abril en Carretera Independencia 742, en Tamazula, donde se ubica el establecimiento de “El Chorrito”, el cual fue indicado como lugar de entrega por parte de Renoult.
Los 10 mil litros fueron recibidos por Leonardo Méndez, envasador y distribuidor de “El Chorrito”; su papá, quien tiene el mismo nombre y al parecer laboró como ingeniero químico en el Ingenio de Tamazula, fue detenido por la Fiscalía General de Jalisco en los primeros días de mayo, tras darse a conocer las muertes.
Para el empresario capitalino, Méndez estaba obligado a corroborar la calidad y el tipo de alcohol al momento de recibirlo.
Jaime Salomón Tacher, del despacho Gómez Mont, Tacher & García de León Abogados, defensor de Garza, dio a conocer que su cliente envió previamente una muestra del alcohol a Renoult para su verificación.
Una vez aprobado, el comprador le depositó el 50 por ciento de anticipo para el envío del cargamento total, el cual debió haber sido analizado por un químico de “El Chorrito”.
Salomón dijo desconocer si Renoult revendió este producto a “El Chorrito” haciéndolo pasar como alcohol de consumo humano.
De acuerdo con la Cofepris, el metanol es usado como solvente, combustible, plastificante y en la producción de pinturas. Su ingesta provoca disturbios visuales, dolor abdominal, diarrea, vómito e inconsciencia. En casos graves, ceguera, coma, paro respiratorio y la muerte.
REFORMA buscó una entrevista con “El Chorrito” para conocer su versión de los hechos, pero hasta el cierre de esta edición no había respondido.
Durante las últimas semanas, en medio de las restricciones en la venta de alcohol por la pandemia del Covid-19, se han registrado otros casos de intoxicaciones graves con alcohol adulterado en Puebla, Morelos, Yucatán, Veracruz, Chiapas y Coahuila.
